Solomillo, una historia poco hecha

El teatro Alfil nos presenta su última obra: Solomillo, una historia poco hecha.
En ella cuenta la historia de un hombre y ésta es equiparada, de forma cómica, a un solomillo. El mismo protagonista se llama Juan Solomillo, utilizando símiles tales como estos:
- Es un personaje sabroso y alegre
- Pero un día se encuentra con alguien muy parecido a él y entonces decide ir a "buscarse". Es cuando conoce a María, una chica contundente y jugosa, que le descubrirá los placeres de la carne.
Desde luego si yo tuviera que hacer una obra de teatro, en la cual, el alter ego del personaje principal, es un solomillo, no sería una comedia, como lo es esta, sino la más tétrica de las tragedias. Pues la realidad del solomillo no es su jugosidad, ni su gran sabor, ni el placer que reporta al comerlo. Es que para llegar a ser un solomillo, fue alguien. Fue un cerdo, esclavizado, encerrado, aislado, torturado y privado de cualquier felicidad, de cualquier libertad, de la satisfacción de sus deseos y necesidades. Que ha tenido una vida basada en el sufrimiento y finalmente terminada de una horrible forma por un capricho humano. No me cabe en la cabeza que de esta cruda realidad se pueda sacar una comedia.